La fama de las patatas Bonilla a la vista ha traspasado nuestras fronteras. Su éxito, casi convertido en fenómeno social, en Corea del Sur los llevó a colarse en la película ‘Parásitos’ que arrasó en los premios Óscar con cuatro galardones, entre ellos mejor película y dirección.

Para César Bonilla, capitán de la empresa familiar, que la lata de patatas más emblemática apareciese en el film supuso una sorpresa, y no solo eso: “Hemos tenido que aumentar producción por la cantidad de repercusión que la noticia ha tenido”.

Sobre este arrollador éxito y el secreto de por qué están tan ricas, hemos charlado con César Bonilla.

César Bonilla- Con patatas fritas y chocolate con churros han conquistado el mundo. ¿Os planteáis diversificar a más productos?

- No, qué va. Somos una empresa dedicada a la frita de churros y patatas, y sabemos hacerlo bien. Intentamos mejorar cada año, pero no nos planteamos diversificar negocio. Bonilla a la Vista lleva desde 1932 fabricando churros y patatas, y, de momento, así se va a quedar.

- Hubo un tiempo en que dejaron de producir patatas y se centraron más en la venta de churros. ¿A qué se debió?

- Cuestiones de producción. En aquel momento aún freíamos en la churrería de la calle Orzán, cuando pasamos a la calle de La Galera éramos pocos y no se podía atender a todo.

Bonilla a la vista, patatas de Óscar- La lata es uno de los formatos más emblemático. ¿Cómo se os ocurrió utilizar este formato?

- Cuando empezamos a hacer patatas fritas las repartía yo mismo, primero en bici y luego en moto. Freía toda la noche, y luego las envasadoras, que eran mi madre y mi esposa, llenaban las latas. La lata permite conservar muy bien la patata, y entonces era muy práctico porque las llevábamos a los locales, recogíamos la vacía y entregábamos una llena. Al final esa lata terminó por convertirse en seña de identidad de Bonilla a la Vista.

- En 2013 llegasteis al Reino Unido y se dice que las patatas Bonilla eran las favoritas del exalcalde Boris Johnson. ¿Cómo fue este primer paso de internacionalización?

- En 2010 decidimos dar el salto y empezamos a vender en Barcelona. Desde allí, poco a poco, comenzamos a exportar, y las patatas encajaron muy bien en el mercado anglosajón. Luego llegaron otros países, y poco a poco fuimos creciendo. Trabajo duro, buen producto y mucho esfuerzo para mantener la calidad de lo que se hace, esas han sido las claves (y la suerte, claro).

- Hace 4 años desembarcasteis en Corea del Sur y el éxito no pudo ser mejor. Se agotaron en 2 horas. ¿Esperabais esta respuesta?

- ¡Claro que no! Fue un recibimiento estupendo, gracias sobre todo al buen trabajo del distribuidor coreano, Family Farm, que consiguió generar el interés del público.

- ¿Por qué creéis que les gustan tanto?

- Porque son lo que prometen: patatas fritas, ni más, ni menos. Nuestras patatas no llevan nada más que patata de la mejor calidad, laminada muy fina, frita en aceite de oliva, y un poco de sal. Y cuidamos mucho que al envase solo llegue la patata de la mejor calidad.

Bonilla a la vista, patatas de Óscar- Ellos las suelen aderezar con diferentes salsas. ¿Es un sacrilegio?

- Bueno, en Europa también se ha puesto de moda eso de “dippear”. Lo importa es disfrutarlas.

- ¿Ha estado allí?

- No, yo no, pero mi hijo Fernando y mi nieto César visitaron Corea. Y los distribuidores coreanos vienen con cierta frecuencia a la fábrica.

- Acaban de aparecer en la película surcoreana “Parásitos”, ganadora de cuatro premios Óscar, entre ellos mejor película y mejor dirección. ¿Sabíais que iban a incluir las patatas Bonilla en la película?

- ¡Para nada! ¡Fue una gran sorpresa! Nos enteramos por amigos y clientes que nos avisaron, y desde luego fue una sorpresa estupenda.

- ¿Abrumado con el ruido que ha generado?

- Hemos tenido que aumentar producción por la cantidad de repercusión que la noticia ha tenido, pero ojalá todas las cosas nos abrumasen así. Que la gente se interese por lo que haces es siempre bueno.

"Hemos tenido que aumentar producción por la cantidad de repercusión que la noticia ha tenido, pero ojalá todas las cosas nos abrumasen así"

- ¿Ha visto la película?

- Todavía no, pero quiero verla.

- Hace tan solo unas semanas presentasteis el primer spot publicitario, muy emotivo, por cierto. ¿Es la ilusión la clave de vuestro éxito?

- La ilusión, la buena materia prima, y el trabajo bien hecho para obtener la mejor calidad.

- Ahora, a través de la recién estrenada venta online, llegáis a países como Francia, Australia, Italia o EE. UU. ¿Da vértigo este exponencial crecimiento?

- Vértigo no. Respeto, eso sí, porque somos una empresa familiar y no queremos despegar los pies de la tierra. Crecer sí, pero con sentido común.

- ¿Se plantea abrir tiendas fuera de nuestro país?

- Solo tenemos tiendas propias en A Coruña, donde tenemos 6 churrerías. El resto de distribución se hace a través de tiendas de alimentación, colmados, tiendas gourmet, algunas grandes superficies... Nunca se sabe qué deparará el futuro, pero por ahora nos quedamos así.

- ¿Cuál es el secreto de estas patatas tan ricas?

- Como te decía, el secreto es que no tienen secreto: patatas de gran calidad, aceite de oliva, sal, buen hacer en el trabajo e ilusión en lo que hacemos.

"El secreto es que no tienen secreto: patatas de gran calidad, aceite de oliva, sal, buen hacer en el trabajo e ilusión en lo que hacemos"

- Confiese, ¿de dónde son las patatas?

- Primamos la calidad por encima de todo, y elegimos siempre la mejor patata. Y como es un producto de temporada, depende de la época del año, vienen de un lado u otro.