Perdón. Es lo primero que nos sale. Hoy es muy difícil expresar cómo nos sentimos. No será una Navidad tan feliz. Ayer, ver en primera persona como cualquiera que pasaba a nuestro lado no podía usar el móvil fue muy duro. Precisamente en estas fechas.

Es una mezcla de impotencia y de rabia. Estamos tristes por todo lo sucedido, por las molestias causadas, por los problemas que tuvisteis con el servicio. Disculparse es poco.

Toca trabajar para que algo así no vuelva a acontecer y recuperar vuestra confianza. Lo primero será compensaros. No queremos que os preocupéis por nada; todo será automático. Es el mínimo que podemos hacer... y os lo debemos.

Nunca antes nos hemos sentido tan en deuda con vosotros. Muchos de vosotros, a pesar de las circunstancias, no habéis parado de darnos ánimo y cariño. Habéis demostrado una vez más lo grandes que sois como clientes. De nuevo, sin palabras. Nos toca estar a la altura y ser ese R con el que os sentís identificados. Gracias de nuevo, y perdón.