El diseño destaca en Galicia y, esta vez, poco tiene que ver con el gigante de la industria del textil con sede en Arteixo. Una ola de emprendimiento está llenando los rincones de esta tierra con un diseño que nada tiene que envidiar al internacional. Y en muchos de los casos, con un poquitín de retranca. ¡Por si se nos olvida de dónde vienen!
2039 nuevas empresas sin asalariados que se han creado en Galicia en los tres últimos años según datos del Instituto Galego de Estatística. La tasa de actividad emprendedora en 2016 fue del 3,99% y un año antes ascendía al 5,51%.
Que llevó a estas 2039 personas a emprender? Pues, según podemos observar en el Informe del Global Entrepeneurship Monitor (GEM), la razón principal es –con un 66,26%- el aprovechar una oportunidad de negocio. Nosotros quisimos ponerle cara a todas estas cifras, y hablamos con algunos de ellos, y resulta que muchas de esas 2039 ideas tienen historias muy riquiñas detrás.
Fillos do Mar
Rompen en los arenales del sur, Fillos do Mar. Con una línea de moda que reafirma Galicia en el mapa. Sus camisetas comenzaron su andadura en el año 2015, cuando todavía sus tres creadores estaban en la universidad.
Con una marca de calidad como única idea, pero accesible a todos, representaron con sus diseños el marco costero de su zona. Porque buscaban algo diferente para el mercado textil gallego y, como no lo encontraron, pues lo crearon ellos mismos.
La inversión, cuentan, fue mínima. Pero mínima de verdad. Porque muchas veces en esto de emprender solo hace falta tener una buena idea y ganas de luchar por ella. Fillos do Mar, de una “idea loca” –como ellos la llaman- han construido su empresa al descubrir que Galicia es algo que todos quieren recordar, y llevarse consigo –pues gran parte de sus ventas vienen, o van, de más allá de nuestros mares-.
El pasado diciembre hizo dos añitos que esta idea descubrió que los gallegos también queríamos una opción diferente para nuestra ropa.
Awa Brand
Ir más allá de la retranca, es la máxima de los grovenses Awa Brand: diseños con tonos pastel que quieren “tocarnos la fibra”, fruto del proyecto de final de máster de una gallega emprendedora.
Leticia se inspira, por una parte, en los elementos que identifican Galicia –el toxo, el grelo, el mejillón, el pulpo…- dándole una base emocional a las creaciones; pero también en los diseños de los neoyorquinos, Milton Glasser –creador del símbolo ‘I love New York”- o Paul Rand –padre del logo de IBM-.
Desde las arenas de O Grove, Leticia estampa todo tipo de accesorios y utensilios –tote bags, tazas, camisetas, láminas, cojines…- hechos aquí, con nuestras materias primas. Como es el caso de los cojines, que se producen en la región grovense. Y está presente en ciudades y pueblos como A Coruña, Ourense, Vilagarcía y el propio Grove. Ella es el único trabajador de Awa Brand y de ella sale el diseño, el packaging y las redes sociales… ¡todo!
Mucho trabajo, nos cuenta, pero puedes ver la ilusión y la pasión que pone en el proyecto desde la primera palabra que cruzas con ella.
Carrick
También en la ola de empredimiento se han subido los vigueses Carrick, Brais y Jaime. Que en 2014 comenzaban a investigar el mercado testando diferentes productos. Y de tanat prueba y tanta cábala llegaban a nosotros, en 2015, las ya archiconocidas pulseras del ancla.
Pero todo este proceso no fue tan sencillo como puede parecer. En la universidad, los Carrick crearon una asociación para fomentar el empredimiento entre universitarios gallegos que ofrecían talleres mensuales.
Más tarde nació la idea de “vender por internet” cuando la compra en línea no estaba tan extendida como hoy. El reto fue dar con un producto que la gente quisiera: las pulseras.
Carrick trabaja la experiencia de usuario como bandera de marca. Y es por eso que las pulseras llegan a ti en una bolsita con arena –de playa gallega, por supuesto-, y todas sus comunicaciones las firma el Capitán Carrick. Y eso, no lo hace nadie más.
Tras un año se lanzaron a la aventura a tiempo completo, todavía en la universidad. Una vez alcanzado este reto, decidieron ir a por otro y tras unirse a una aceleradora de empresas comienza una nueva meta en el mundo de la moda.
Old Dogs
¿Y el Norte qué? Pues en A Coruña está Old Dogs, un grupo de tres amigos –Jorge, Fernando y Miguel- que de una anécdota de fiesta han construido una marca, icono de adolescentes en la ciudad.
Dos diseñadores y un estudiante de Administración de Empresas que en el año 2013, descontentos con los estereotipos que había en la moda por aquel entonces, decidieron crear lo que andaban buscando.
Con el movimiento POP de Estados Unidos como referencia, crearon unas sudaderas para sus amigos bajo la marca Old Dogs. De ahí comenzaron a trabajar el concepto de marca para convertir ODC en uno de esos nombres cuyas prendas identificas con una ideología.
Diseño, por supuesto, pero también marca. Los coruñeses quieren que Old Dogs represente un estilo de vida desenfadado, la energía de tomarse la vida “de risas” y con tu carácter.
Old Dogs hirvió lentamente, pero a fuego vivo. Se llevó poco a poco, disfrutanto a la par que trabajando y, tras un año de trabajo, llegaron al logo tipográfico rojo y negro por el que tantos adolescentes suspiran en Coruña.
Muchas de estas marcas nacen de una agujero en el mercado, algo que sus creadores buscaban y no encontraban. Porque los gallegos si no encontramos lo que queremos, vamos y lo hacemos nosotros mismos. ¿Y quién mejor?