Ana Fernández Vilas compagina su labor investigadora y su trabajo como docente en el Máster InterUniversitario de Ciberseguridad UVIGO-UDC, con la dirección de la Cátedra R en Ciberseguridad. Y ha reservado un hueco para charlar con nosotr@s.

Hace pocos meses se celebró la segunda edición de CyberSec@GAL, centrada en la ciberseguridad en el teletrabajo. ¿Qué retos ha puesto sobre la mesa esta nueva realidad que ha llegado tan rápido?

Los retos son multilaterales y de alto impacto porque no sólo una importante masa de los trabajadores se ha incorporado al teletrabajo, sino que se ha acelerado la digitalización en todos los sectores, por supuesto el sector retail, pero también hemos asistido a los primeros pasos de digitalización del sector sanitario, lo que considero un enorme logro.

Entrevistamos a Ana Fernández Vilas, directora de la Cátedra R en CiberseguridadTe hemos oído hablar de la ‘sanidad digital’. ¿Qué es exactamente y qué podemos hacer cada uno de forma particular?

En una sociedad con alto nivel de digitalización, tenemos que garantizar la buena salud de nuestra sociedad digital, esto es la seguridad de información, sistemas y servicios, tanto en lo que se refiere a la confidencialidad e integridad de la información como a la disponibilidad de la misma.

El símil: reclamar la prevención de incidentes que afecten a nuestra sociedad digital con el establecimiento de los protocolos y medidas de control necesarios; detallar el diagnóstico ante cualquier situación que afecte a su correcto funcionamiento; y la intervención para garantizar su continuidad.

La edición de este año se desarrolló íntegramente online. Y es que ahora las relaciones son cada vez más digitales. ¿Estamos preparados para la vida online? ¿nos va a afectar de alguna manera a medio plazo?

Creo que estamos preparados para incorporar actividades online en nuestra vida, que no es ni digital ni online. O eso espero.

La crisis sanitaria nos puso delante otra realidad, la educación online. ¿Tú como has tenido que adaptar tu actividad docente dentro del Máster InterUniversitario de Ciberseguridad UVIGO-UDC?

La docencia online ha supuesto un esfuerzo importante de adaptación tanto de los docentes como de los alumnos. En el contexto de la alerta sanitaria, el modelo online satisfizo con holgura las necesidades de formación y considero que los alumnos han podido alcanzar las competencias en los distintos cursos.

Aun siendo así, las carencias de un modelo íntegramente online se han hecho palpables en algunos contextos, por ejemplo, prácticas de laboratorio, prácticas en empresas, competencias de trabajo colaborativo y, muy especialmente, en la interacción alumno-profesor y alumno-alumno, que se ha visto resentida.

Tanto alumnos como profesores hemos mejorado en nuestras competencias y disposición para docencia online y esto puede ser un elemento facilitador para la docencia presencial que, a día de hoy, considero irreemplazable.

Cátedra R en CiberseguridadAdemás del Máster, diriges la Cátedra R en Ciberseguridad y realizas una importante labor de investigación. Mujer, en puestos de dirección y en el ámbito de las ingenierías. ¿Hay brecha de género?

Sí, no descubro nada nuevo, hay brecha de género en las ingenierías en particular, pero en la investigación científica y tecnológica, en general.

Soy optimista, no podemos cambiarlo todo en dos días, pero es importante que el problema se perciba, y se está haciendo porque aquí mismo estamos hablando de ello. Se percibe, además, porque tiene impacto económico, y se dan pasos, seguro que más despacio de lo que todos desearíamos.

Pero, en mi opinión, a menudo no hay otra forma. Las acciones de impulso externo tienen que propiciar un cambo interno como sociedad; no soy socióloga, pero entiendo que esto requiere su tiempo. Sin duda, cuanto más esfuerzo pongamos en ello antes taparemos esa brecha.

Todos hacemos propósitos de año. ¿Qué objetivos te marcas este 2021?

Creo que el año 2021 será un año de adaptación. Una vez superado el susto de 2020, seguiremos aplicando planes de contingencia en nuestra vida personal, en el trabajo, en la sociedad en general. Pero, este año, de forma más consciente e informada.

Tengo objetivos para 2021, y tengo planes para alcanzarlos, pero, sobre todo, la experiencia de 2020 me ha dado herramientas para matizar objetivos y adaptar planes en un año de incertidumbre.

Muchas gracias, Ana. Seguiremos muy de cerca esos proyectos.