Y es que hay dos canciones del músico gallego que son ahora las más escuchadas: “Lodo”, de su disco “Sueños y Pan” de 2017, elegida para anunciar el Xacobeo 2021; y “Ningún hombre, ningún lugar”, del álbum “Paramales”, de 2015, junto con “La espina de la flor en tu costado”, de su último trabajo “Si mi rayo te alcanzara”, que forman parte de la banda sonora de la serie del momento “El desorden que dejas”, de Netflix.
Sobre este éxito, su último disco lanzado en plena pandemia y sobre su trayectoria, hemos charlado con Xoel López.
Vives en Madrid, ¿qué echas más de menos de Galicia?Mi familia, la comida - un clásico- y luego no echo de menos tantas cosas porque voy mucho. He sabido aplacar mi morriña, la cuido. Cuando tengo demasiada gana, me escapo. Ahora justo no es un buen momento para escapadas, pero siempre mantuve mucha relación con mi tierra. Desde hace 23 años que me fui, siempre estuve muy ligado a ella. Cuando digo que llevo aquí viviendo tantos años, la gente no se lo cree porque me ven demasiado gallego para vivir aquí.
Firmas campaña del Xacobeo 2021 con la canción “Lodo” de tu disco “Sueños y Pan” de 2017. ¿Qué ha significado para ti?Es muy bonito el hecho de que cojan una canción tuya y la elijan para una campaña que también representa a tu tierra. Es como si fuera un premio.
Y además es una canción que ya estaba hecha. Es muy curioso, porque realmente se adaptó muy bien a la idea y el hecho de pensar que tú hiciste una canción por un motivo, en un momento dado, y que luego se recupera y tiene un sentido diferente... De hecho, la canción habla del camino, pero claro, del camino de la vida. Pero como ellos lo usaron para la campaña del Xacobeo, me pareció muy bonito. Y siempre es una especie de premio, un regalo, una canción que ya estaba ahí, que de repente tenga un lugar privilegiado, destacado y llegue a más gente todavía.
Cero. De hecho, el propio Carlos Montero, que es el director y también paisano que vive en Madrid (es otro “madrileiro”, como decía Nancho Novo, que se consideraba un “madrileiro”), pues Carlos, cuando me propuso hacer la cabecera, ya tenía incluida en el guión una canción mía del disco anterior “Paramales” que se llama “Ningún hombre, ningún lugar”, en una de las primeras escenas de la serie.
Pero cuando me dijo lo de hacer la cabecera, me vendió la serie como una cosa más personal, más de autor. Él venía de hacer la serie “Élite”, que había tenido un éxito internacional brutal, y me decía que esto iba a ser un poco más “bajo perfil”, por decirlo así. Y yo creo que hasta él mismo se sorprendió con el éxito que tuvo la serie. Y yo, por supuesto, pensaba que iba a tener cierta repercusión, pero no tanta como la tuvo finalmente.
De hecho, las canciones más escuchadas ahora mismo de todo mi repertorio son estas dos: la cabecera de “La espina de la flor en tu costado” y “Ningún hombre, ningún lugar”, que es una canción que estaba ahí un poco olvidada.
Y como te decía con el caso de “Lodo” en el Xacobeo, las canciones son como semillas que están ahí y no sabes cuándo van a germinar, o a salir unas flores nuevas, o te van a sorprender. Es muy bonito, saber que tienes ese repertorio, ese cancionero, y que estará ahí siempre, incluso cuando yo no esté, haciendo de las suyas.
Por cierto, ¿has visto la serie?Sí, la vi. Me gusta ver series en general, pero en este caso era casi obligado. Había leído el libro para entrar un poco en materia antes de hacer la canción, porque la serie no estaba hecha. Y la serie me gustó mucho, la vi estas Navidades en A Coruña, precisamente, con mis padres. Lo hice in situ, en la serie sale mucho A Coruña, y me hizo mucha ilusión.
Además, está guay porque respetan todo el tema del acento gallego, me parece que está hecha con mucho cariño. Es una serie muy transversal, puede verla alguien de 14 años y alguien de 50 y pico o 70, es como muy amplia, muy abierta.
Cuéntanos más cosas de este último disco “Si mi rayo te alcanzara”.Es un disco que estaba pensado para otro contexto, la idea no era que saliese precisamente en plena pandemia. El disco está compuesto antes y empezamos a grabarlo en enero - febrero y justo en marzo nos pilló el confinamiento y tuvimos que pararlo. Pero eso hizo que luego lo retomásemos con más energía, con más ganas.
Luego tuvimos la duda, cierto dilema de si sacarlo o no en este contexto, si tenía sentido; pero antepusimos lo artístico y decidimos que artísticamente tenía que ser así. Yo pensé que no tenía sentido sacarlo más tarde.
Y también antepusimos el hecho de pensar que la gente que lo estaba esperando, pues se lo merecía. Es decir, ya el año es bastante duro, como para que aún encima el artista del que esperas disco, no lo saque. Nos parecía demasiado castigo. No se puede celebrar todo de la misma manera, no es al 100%, está todo un poco limitado; pero con lo que hay, vamos a celebrar dentro de lo posible. Y esa fue un poco la filosofía para sacar el álbum en este contexto tan difícil, tan especial, tan raro.
Música y audiovisual tocados en 2020, ¿qué podemos hacer para salvar la cultura?“Ya el año es bastante duro, como para que aún encima el artista del que esperas disco, no lo saque”
Me cuesta hablar en términos generales de qué hay que hacer. Mi propuesta personal es seguir trabajando duro, no parar, seguir con lo que hay.
Es verdad que a veces las herramientas no son las suficientes, hay mucha gente que está en su casa y no ha hecho nada; pero dentro de las posibilidades, es el momento de adaptarse o morir.
Realmente yo tuve que adaptar los formatos, yo estoy trabajando el triple y ganando la tercera parte. Eso es muy ingrato. Hay que gente que no le da ni para mantener un proyecto, que eso es la parte más triste. Me consta que hay proyectos que se caen y ahí no sabes cómo va a ser el futuro. De hecho, me da mucho miedo pensar cómo será la vuelta a la normalidad, cómo quedará dañada la infraestructura de la música, que ya es un gremio especialmente delicado y difícil.
Pero bueno, yo soy de venga, hay que ir con todo, con todo, con todo y toca hacer triple esfuerzo. Es más ingrato que nunca porque es el esfuerzo con menos vuelta de la historia de nuestra vida, pero es lo que hay. Ahí sale un poco a fuera el espíritu de supervivencia de cada uno y las posibilidades que uno tenga, porque algunos ni siquiera la tienen.
¿Te ves en el Monte do Gozo dando uno de los memorables conciertos del Xacobeo?No hay nada sobre la mesa aún. Estoy un poco como dicen en el fútbol, que ahora entiendo, cuando a los futbolistas y entrenadores les preguntan por el partido siguiente y siempre dicen “ahora estamos centrados en el partido que viene”. Me está pasando un poco lo mismo, me cuesta pensar más allá del partido del domingo.
Yo ahora tengo un concierto en Zaragoza, vengo de hacer dos o tres conciertos este mes; después de tres meses y pico sin tocar, estamos retomando. Y estoy pensando en el siguiente concierto y poco más, porque me cuesta proyectar. Siempre que proyectas en estas circunstancias, hay muchas posibilidades de que se caiga el castillo que, a lo mejor resultó que era de arena. Yo voy ahí con pies de plomo, partido a partido. Pero, obviamente, me encantaría pensar que sí, que eso sucederá; pero no lo quiero proyectar demasiado en mi cabeza.
Y si pudieras compartir escenario, ¿con quién sería?Con toda mi banda. No pude retomar todavía la idea original, que era tocar 8 en el escenario para presentar este disco. Y me gustaría realmente hacerlo, ojalá sea en el Monte do Gozo, y poder estar los 8 tocando, que sería lo más armónico con la idea del disco original.
En mayo salía a la venta el libro “Conversaciones con Xoel López”, en el que repasas con Manolo Tarancón tus dos décadas de carrera musical. ¿Qué balance haces de estos 20 años?En realidad, son más porque llevo desde los 15 años componiendo y haciendo proyectos, pero los que se vieron mejor, digamos, son esos 20, desde que empecé con el proyecto Deluxe hasta ahora.
Hago un balance positivo, creo que hay muchísimo trabajo detrás, no se puede ver o imaginar. No sé si se lo recomendaría a mi hijo, es decir, debes tenerlo muy claro y tener muchas ganas y mucha ilusión. Y como es mi caso, tenía que ser, no podía ser de otra manera.
Pero no sé si mucha gente estaría dispuesta a pasar por todo lo que pasé para estar aquí. Es un trabajo especialmente difícil, un poco ingrato a veces, pero también con momentos de muchísima ilusión y belleza, que también para mí son los que le dan sentido a todo.
Pero, sobre todo, me ha permitido haber viajado mucho, conocer a mucha gente y también dar rienda suelta a lo emocional, que es por lo que yo empecé a hacer canciones. Es decir, necesitaba contar cosas, ordenar mi cabeza, contarlas a los demás, comunicarme, estar un poco menos solo quizás y la música te lo permite. Es un canal ideal para dar rienda a todo lo emocional que, a veces, en la sociedad en el día a día parece que está más reprimido, que no hay espacio para ciertas cosas. Hago un balance muy positivo, volvería a hacerlo, volvería a equivocarme.
¿Y qué le pides a 2021?“Hago un balance muy positivo, volvería a hacerlo, volvería a equivocarme”
Un poco de 2019, que fue cuando yo hice el disco y me lo estaba pasando muy bien y la verdad es que fue un corte de rollo total. Siendo ambiciosos, a ver si podemos incluso superar con creces lo que dejamos atrás.
Muchas gracias, Xoel, por compartir este momento con nosotros. Esperamos verte muy pronto sobre el escenario.
Mucha suerte!!
Fotografías de Mónica Figueras.