El pan de Galicia es uno de los tesoros de la Península Ibérica. Porque, ¿qué mejor acompañamiento para un manjar que un buen trozo de pan?

Pero en Galicia no hay un solo tipo de pan, hay muchísimos y varían en forma y color en función del lugar donde se elaboran. Tenemos el pan de Carral (A Coruña), el de Cea (Ourense), el de Carballo (A Coruña), el de Neda (A Coruña), el de Lugo, el de Vimianzo (A Coruña), el de O Porriño (Pontevedra), el de Ousá (Lugo), y seguro que dejamos alguno en el tintero.

Pan de Carral

Antiguamente el trigo que se empleaba para elaborar el pan en esta localidad coruñesa era cultivado en el Valle de Barcia debido su óptima fertilidad. A La hora de moler el cereal se empleaban piedras muy pulidas para que la harina también fuera muy fina. Y esto, junto con la cocción del pan, que antes se hacía en hornos de leña, logró que el pan de Carral se distinguiera de otros. Hoy en día los avances tecnológicos están provocando que muchos procesos tradicionales desaparezcan, pero las panaderías de Carral aún conservan algunos secretos para mantener la esencia de su pan, que tienen como forma más conocida el "molete".

En el mes de mayo los carraleses exaltan su producto gastronómico principal con la fiesta del pan, que ya va por la décimocuarta edición.

Pan de Cea

Es el único pan de Galicia que cuenta con una Identidad Geográfica Protegida. Tiene dos variantes, la "peza" o "poia" y la "media peza" o "molete". La "poia" alrededor de un kilo o un kilo doscientos gramos y el "molete" pesa entre quinientos y seiscientos gramos. Estas piezas de pan destacan por ser alargadas en sus extremos con una hendidura transversal en el centro de su parte superior. El 50% de la harina que se emplea para su elaboración proviene de las variedades autóctonas de Galicia a la que acompañan agua, sal y masa madre de una elaboración anterior. El amasado se hace siguiendo las técnicas tradicionales de San Cristovo de Cea (O Carballiño) y la masa se cuece en hornos circulares de piedra de granito.

Todos los meses de julio se celebra la Fiesta de Exaltación del Pan de Cea considerada Fiesta de Galicia de Interés Turístico. Esta iniciativa está organizada por la Identidad Geográfica Protegida del pan de Cea, donde se agrupan todos los hornos y las panaderías que elaboran este tipo de pan.

Pan de Neda

El origen del pan de Neda se sitúa en la Edad Media ya que en el "salto da fervenza" del río Belelle había muchos molinos de trigo. Aunque hoy en día ya no se sigue moliendo en los molinos de agua y se incorporaron las nuevas tecnologías en el proceso de elaboración del pan, en Neda siguen amasando a mano y empleando trigo gallego, mayoritariamente procedente de Ourense. Los panaderos del norte de Galicia fabrican todo tipo de pan, bollos, bollas y barras del país, entre otros. Su fiesta de exaltación, que se celebra en el mes de septiembre, también está declarada de Interés Turístico.

Pan de Ousá

La parroquia de Ousá, en el ayuntamiento de Friol, también destaca por su pan, que se elabora con trigo autóctono y con poca levadura. Su forma se parece a la del pan de Cea, aunque este es menos alargado y tiene una miga más compacta y suave. Su fiesta de exaltación se celebra con la del queso de la zona; y si combinamos ambos – pan y queso- podemos comer un verdadero manjar de rey de reyes .

Pan de Carballo

El famoso pan de Carballo es originario de A Brea. Se elabora con trigo, maíz o centeno que se muelen en los molinos de la zona y luego se mezclan con el agua del río Anllóns. No destaca ninguna forma concreta ya que son diversas y se distribuyen por toda la Costa da Morte y la comarca de Bergantiños.

Son muchos más los panes que se elaboran en Galicia, y todos buenísimos, pero en esta ocasión con estos es suficiente. No vaya ser que empachemos .

Y mira tú si en Galicia somos fans del pan que este año se creó una cátedra del pan y del cereal en el Campus de Lugo. Esta iniciativa es fruto de la colaboración entre la Universidad de Santiago de Compostela y la Panadería Da Cunha con sede en Carral.

¿Y cuál es tu pan preferido? Si aún no los has probado todos puedes aprovechar y hacer una ruta por Galicia parando en cada una de las localidades: “la ruta del pan” la podríamos llamar.

Hasta la próxima.