Somos una tierra curiosa, llena de maravillosas extravagancias. Mucho de buenas costumbres y tradiciones, muy apegados a lo nuestro, ¿verdad? También nos gusta pasarlo bien, hacer locuras, y salir un poquito de la rutina, vaya. Y así creamos celebraciones tan diferentes y únicas como la Fiesta Hortera en Porto do Son, la procesión en la que la gente va dentro de ataúdes en Santa Marta de Ribarteme o el Luns Borralleiro en el carnaval de Laza, donde tiran tierra con hormigas rabiosas a la gente.
Curiosa también es la tradición que tienen en las Fiestas de San Antonio de Porto de Espasante, en el ayuntamiento de Ortigueira. Y no por el mismo día de la fiesta, que es el 13 de junio y también la recomendamos, sino por lo que hacen antes de llegar a ese momento. El tema es que crían al cerdo Antón entre todos los vecinos, que se sortea el día 6 de enero, coincidiendo con el Sorteo del Niño.
Y allí nos hemos ido a hablar con nuestra compañera Cristina, aprovechando que este año forma parte de la comisión de fiesta de Espasante. Así ya tenemos la primicia, que nunca viene mal, ¿verdad?
Una tradición centenaria
Como cada año, el 13 de junio se nombra a la nueva comisión para las fiestas del año siguiente. Lo curioso de la estampa en esta ocasión es que todos los miembros son jóvenes por lo que, como nos cuenta Cris, dificulta la tarea de cuidar un marrano. Nos comenta que “nadie había sido de la comisión con 25 años”, por lo que tenemos una verdadera pionera entre manos.
Por otra parte, Cristina hace hincapié en que ninguno de ellos está en Espasante durante la semana. “Yo le dije a mi madre, si no me cuidas tú el cerdo yo no puedo ser de la comisión y, aunque seis meses pasan volando, y los vecinos contribuyen, este tipo de animales requieren muchos cuidados”. Así, la implicación de las familias es total.
¿Y Antón de dónde ha salido?
Esta tradición comenzó en el siglo XVIII, cuando se utilizaba como forma de finaciar la romería. Por aquel entonces sólo se vendían rifas y se sorteaba el animal. Pero han cambiado mucho las cosas, “ahora lo explotamos más, ahora se asocia el cerdo a Espasante, como el banco a Loiba”, que es de donde viene precisamente este nuevo marrano. Hoy, Antón es el “niño” del pueblo del que todos están pendientes.
Tanto que Antón campa a sus anchas por el lugar anunciando su llegada con la campana que lleva al cuello, acompañando a los vecinos y haciendo fechorías. Es muy habitual volver de bañarte en el mar y encontrarte al cerdito ¡rebozándose en arena o descansando en tu toalla!
Pero más que niño, dice Cristina, “al final es como un bebé: tienes que estar pendiente de sacarlo a las 10 de la mañana, volver a guardarlo a las 12:30, sacarlo a las 9 de la noche cuando baja el sol…”.
¡Mira si no es trabajo! Pero los vecinos siempre están ahí para echar una mano. Si hace calor, le echan un cubo de agua fresca; si pasa por su puerta, le dan de comer; si va de paseo, se van con él. “La gente nos busca si ven que están mal, a ti o a tu familia. Nosotros lo cuidamos pero la gente lo quiere mucho y lo trata con mucho cariño”.
Un día en la vida de Antón
Antón vive en un recinto en el centro del pueblo en el que recibe todos los cuidados que necesita: tiene comida, agua, cobijo del frío o calor, y muchos mimos que van a darle los vecinos de vez en cuando. Nos sorprendió conocer que, como es un animal que se cría al aire libre, ¡¡necesita que le echen protección solar!! Y tiene una marca preferida, que no vamos a revelar ;)
A pesar de que los primeros días vive en el recinto, hasta que se adapta a su nuevo hogar y empieza a hacer migas con sus cuidadores, no pasa mucho tiempo hasta que se hace con el lugar. Y si hay vecinos tomando unos vinos en una terraza, allí se sienta a hacerles compañía.
El futuro del animal favorito de Espasante
Todos lo quieren con locura, pero Antón está en Espasante porque será rifado el Día del Niño. Y su fama hace que las fiestas de este pueblo sean un éxito rotundo cada año. Pero su futuro es muy triste, sobre todo para los que lo cuidan cada día.
Aunque esto no es siempre así. Aquel que se lleva Antón puede decidir qué hacer con él, y algunas veces nuestro cerdito preferido es indultado. Uno de los Antones más conocidos vive hoy en la granja escuela de Belelle, en Neda. Este Antón es famoso por generar controversia en Espasante. Fue un grupo de veraneantes quién lo ganó, y lo donó a la comisión, que no tardó ni medio segundo en decidir que Antón no se comía bajo ningún concepto.
Hasta homenajes
Prueba de lo rápido que se metió en el bolsillo a la gente este marrano es el homenaje que ha recibido el 11 de agosto, cuando se cumplía un mes de la llegada de Antón a Porto de Espasante.
Coincidiendo con la Canción de Taberna, en la que grupos de la zona van por los bares interpretando cantos de taberna, celebran el mesniversario de la llegada del cerdito. Todos entonarán los cánticos tradicionales vestidos con la camiseta de Antón que con tanto esmero ha diseñado la comisión.
Así que si después de leer esto quieres pasarte a conocer a Antón, te espera con las patitas abiertas en alguna terraza de Espasante ;)