Galicia está llena de rutas a pie impresionantes, que junto con sus paisajes la convierten en uno de los lugares más hermosos de España, por no decir del mundo . Y no es porque lo digamos nosotros, así lo refleja uno de los periódicos de referencia internacional, The Guardian.
Si el tiempo ya no acompaña para ir a la playa o ya estás cansado de tanta arena, caminar por algunas de estas rutas es una muy buena opción para esta época del año en la que no hace ni tanto calor ni tanto frío.
Fragas do Eume
Es el parque natural más conocido de Galicia, en su extensión cuenta con varias rutas de diferentes tipos de dificultad y con unos paisajes del río Eume y de su entorno que parecen de película.
Además de la naturaleza que rodea estas rutas, se puede disfrutar de las maravillas arquitectónicas como: el Monasterio de Caaveiro, el Monasterio de Monfero, el patrimonio de los Andrade, entre los que destacan el castillo de Pena Leboreiro, el convento de Montefaro y la torre de su pazo en Pontedeume. También en el entorno del parque, puedes ver mámoas y castros de la época megalítica.
Fuciño do Porco
Es la ruta de moda. Muchos caminantes acuden a Fuciño do Porco cuyo nombre oficial es Punta Socastro.
Se trata de un camino que va por una plataforma de madera y rodea la entrada de la ría de Viveiro, entre la playa de Pereira y Area Grande. Durante el recorrido hay algunas zonas con escaleras, pero se puede ir con niños porque no tiene más dificultad.
Las vistas de esta ruta abarcan desde Xove hasta Bares, así que no vas a saber para donde mirar .
Sete Muíños
Se trata de un espacio natural ubicado en un monte cerca de la localidad lucense de Guitiriz. En este espacio se encuentran siete molinos, concretamente del lado del río Escádebas.
Debajo de los molinos hay una pequeña presa en la que te puedes dar un baño, que seguro que apetece después de la ruta. Si caminas río arriba podrás disfrutar de la ruta del Escádebas. Cerca de esta zona se encuentra un área recreativa con parque infantil y mesas y bancos para hacer un almuerzo o merienda al aire libre.
Puente Colgante Soutomaior
Existe una ruta que lleva al puente colgante sobre la desembocadura del río Verdugo y el río Oitavén y que fue restaurado el pasado mes de mayo. A su paso cruza la Poza das Bestas y a uno de sus lados se encuentra una playa fluvial donde te puedes dar un chapuzón.
Puedes seguir caminando por una ruta que va por la orilla del río Oitavén en la que descubrirás las ruinas de un molino de agua. Este recorrido no es muy largo y hay sombra casi todo el camino, así que es ideal para ir con los más pequeños.
Ruta de los sequeiros
En la parroquia de Pena Folenche, en el ayuntamiento de A Pobra de Trives, se puede hacer la ruta de los sequeiros. Los sequeiros son construcciones que se empleaban para depositar las castañas para que se fuesen secando. En la época de la recogida de la castaña estas edificaciones también funcionaban como vivienda para las personas que acudían a los sotos.
Muchos de los sequeiros se mantienen en buen estado y otros fueron restaurados y se pueden visitar en la ruta circular de casi 14 kilómetros. Además de ver los sequeiros y disfrutar del entorno, se puede subir al mirador de Pena Folenche desde donde se puede ver Cabeza de Manzaneda, Peña Trevinca, el cañón del río Návea y la comarca de Trives.
Quedan muchas rutas en el tintero, ¡lo sabemos! Pero si tú conoces alguna que te encantó y que recomiendas, estamos abiertos a sugerencias.
¡Hasta la próxima!
Imagen de las Fragas del Eume de Javier Pais
Imagen de Fuciño do Porco de Rocío Ramos
Imagen de Sete Muíños de José Luis Cernadas Iglesias
Imagen del puente colgante de Soutomaior de Contando Estrelas
Imagen de los Sequeiros del Ayuntamiento de A Pobra de Trives