Los furanchos son esos lugares únicos en los que saborear platos tradicionales, caseros y abundantes regados con un buen vino de la casa. Vamos, la Galicia más auténtica llevada a la mesa.

Aquí te dejamos nuestra pequeña selección, pero debes conocer varios detalles básicos antes de sumergirte de lleno en el mundo "furancheiro".

¿Cómo nacieron los furanchos?

Cuando un propietario vendía el excedente de vino de la nueva cosecha, el posible comprador se llevaba una tapa casera para acompañar ese vino. Y una cosa llevó a la otra...

¿Cómo se identificaban los furanchos?

Con una hoja de laurel en la puerta. De ahí que se llamen furanchos o loureiros.

¿Qué sirven en los furanchos?

Su vino y su comida son totalmente caseros. Suelen contar con platos típicos de nuestra gastronomía, como raxo, churrasco, empanadas, pulpo o pimientos de Padrón. Pero solo pueden vender un número limitado de tapas, previamente determinadas y comunicadas a la Xunta de Galicia.

¿Cuándo están abiertos los furanchos?

Solo durante tres meses al año. Hay que recordar que su función principal es dar salida al excedente de vino de la cosecha propia.

Y dos curiosidades: el vino que te sirvan no puede ser embotellado, sino que debe venir directamente del barril, y puedes llevarte tu propia comida.

Ahora que ya estás preparado/a, aquí te damos quince ideas de furanchos imprescindibles en Galicia.

Furancho A de Juan

Empezamos en el kilómetro cero de los furanchos gallegos: la aldea de Covas, en Meaño.

En pleno valle del Salnés nos encontramos con uno de los furanchos más populares. El paraíso casero de la richada, el pulpo o los calamares.

En El Furancho A de Juan puedes tomarte un buen Alvariño o tinto de Barrantes sentado en un banco debajo de una parra de uvas y al lado de una rueda de molino.

Furancho Enrique

Sin movernos de Meaño nos encontramos con uno de los furanchos más veteranos: Furancho Enrique.

Su terraza con vistas es el lugar perfecto para saborear una buena tortilla, “richada” y pulpo, todo regado con el mejor vino de la casa, por supuesto, en “cunca”.

Furancho Ángel

No hay visita "furancheira" a Meaño que no pase por el Furancho Ángel. Pulpo, camarones, huevos con chorizo, codillo o cordero y su especialidad, la 'alpargata', una original tosta con carne.

Además, vino Albariño de la casa que viene en jarra y se sirve en “cunca” y que puedes saborear en el comedor principal o en el alpendre que funciona como una amplia terraza, con hórreo de piedra incluido.

Furancho O Quirófano

Terminamos nuestro plan en Meaño con el Furancho O Quirófano.

Como quizás intuyas, su nombre se debe a que muchos profesionales de la medicina eran asiduos/as. Un galpón y una barra nos esperan al lado de un limonero y de una vista panorámica con la Isla de Arousa al fondo.

Su pan de centeno y un vino de Barrantes, de esos a los que nos referimos en Galicia como "con cuerpo", son señas de identidad de la casa.

Furancho O Loureiro de Siso

Hablando de vino Barrantes, una institución es el Furancho O Loureiro de Siso, en Ribadumia.

Así lo confirman los muchos premios y reconocimientos que han recibido sus caldos. Acompáñalo de tortilla o de una abundante tapa de calamares y no olvides contarnos qué tal cuando lo hayas probado ;)

Furancho Alto da Aldea

En la parroquia de Goián, concello de Tomiño, está el Alto da Aldea. No es fácil de encontrar, pero vale la pena intentarlo.

Su decoración es enxebre y pintoresca, con el techo repleto de mazorcas de maíz, las paredes adornadas con nasas, arados o utensilios de labranza y las lámparas hechas con sartenes.

En cuanto a la comida, su especialidad son los Huesos de Xoán, unas deliciosas costillas fritas.

Furancho o Xuguiño

"Polo bo camiño chegas ao Furancho O Xuguiño". Así que allá vamos. Está entre O Porriño y Redondela, y esa frase es la que se lee en las tazas en las que te sirven su fantástico vino de la casa.

Su carta es bastante variada, incluye arroces y ensaladas, y por encargo te ofrecen también callos o cocido.

Furancho Casanova

Uno de los furanchos más grandes y espaciosos es el Furancho Casanova, situado en Redondela.

Dispone de varios aparcamientos y zona interior y exterior. Todo son facilidades para que acudas a descubrir sus empanadas de pan de maíz o trigo y sus suculentas tortillas.

Furancho Reboraina

En los días de sol, nada mejor que resguardarse debajo de un buen árbol. Como el magnolio que preside el Furancho Reboraina, también en Redondela.

Sus especialidades son la zorza (receta familiar supersecreta), la empanada de maíz y los chorizos asados.

Furancho Adiós Vida

Si te apetece disfrutar de un buen vino 100% natural y tradicional, sin ningún tipo de conservantes ni aditivos, toma nota del Furancho Adiós Vida. Está en Reboreda, municipio de Redondela.

Para comer, destacan sus chorizos al infierno y las empanadas de pan de maíz de “xoubas” o chocos de la isla de San Simón traídos directamente del barco.

Furancho da Formiga

También en Redondela está uno de los furanchos de toda la vida más populares: el Furancho da Formiga.

Su tortilla de patatas genera adicción y el queso de tetilla con membrillo es el broche final perfecto: te quedarás sin palabras.

Furancho A de Caballero

En Poio, muy cerca del turístico Combarro y sus hórreos y de las Fervenzas do Pereiro, está el Furancho A de Caballero.

En el pasado fue un establo y es pequeñito. Pero te dejarán con la boca abierta sus vinos blancos de muchas variedades diferentes de uva: caíño, espadeiro, albariño... También venden miel de la casa.

Furancho Villa Preciosa

En la parroquia de Nespereira, en Pazos de Borbén, nos encontramos con Furancho Villa Preciosa. Perfectamente acondicionado, cuenta con una amplia finca e incluso con un pequeño parque infantil.

En él, los/as propios/as clientes/as se sirven el vino joven directamente de las cubas. No te pierdas sus vinos afrutados.

Furancho Santa Sede

Muy cerca de Vigo se encuentra el Furancho Santa Sede.

Sirve vinos blancos y tintos y tienen fama sus empanadas elaboradas con mezcla de pan de trigo y maíz.

Furancho O Rincón

En el interior de Galicia, aunque menos, también hay furanchos. Un buen ejemplo es el Furancho O Rincón, en A Estrada.

Lleva casi 10 años vendiendo en su local el vino de su abundantísima cosecha, nada menos que unos 10.000 litros anuales, acompañado de comida casera en la que priman los productos de la zona, desde los chorizos de Ribeira a las fresas de Berres.

Hasta aquí nuestro recorrido por furanchos de Galicia. Ahora te toca a ti.

Cuéntanos, ¿cuál es tu furancho favorito?

Imágenes de: Furancho Ángel, Furancho Adiós Vida y Furancho Casanova.