¿Has pensado alguna vez por qué te decides por un producto y no por otro con las mismas características? Aunque no lo creas lo haces por la propuesta de valor que ese producto representa para tí. Si quieres saber de qué estamos hablando, sigue leyendo.
La propuesta de valor no es más que un conjunto de razones creíbles que persuaden al cliente para que escoja un producto y no otro.
Una propuesta de valor debe contener, al menos lo siguiente:
- una explicación clara y sencilla de por qué un producto resuelve las necesidades de un cliente
- cuál es el beneficio de comprar ese producto
- qué diferencia a ese producto de la competencia
3 claves para escribir tu propuesta de valor
- Empieza con un brainstorming (una lluvia de ideas de todo lo que se te ocurra). Elabora una lista con los beneficios que aporta tu producto a tu cliente y que beneficios aporta tu negocio como intermediario o fabricante. Por ejemplo, solucionar cualquier tipo de problema 24 horas al día, 365 días al año.No olvides añadir valores intangibles en tu lista, es decir la percepción que quieres que tus clientes tengan de tu producto o de la atención al cliente de tu negocio, como puede ser la amabilidad o la cercanía.
- Investiga qué hace tu competencia y compárate con ellos. Analiza qué es lo que vende, cuál es su propuesta de valor, qué ventajas tiene sobre tu propuesta, cuáles son tus puntos fuertes… No escatimes tiempo en conocer a tus competidores, podrás aprender mucho de ellos y a su vez, marcar tu posición en el mercado.
- Haz un retrato de tu cliente ideal retratando su personalidad de forma coherente. Piensa dónde vive, qué es lo que consume, qué necesita, qué es lo que le interesa, que puedes aportarle, cuánto tiempo le puede dedicar a tu producto y que espera de él… Después piensa si tu producto encaja con tu cliente ideal y haz una comparativa con tu competencia. Es necesario que tu producto esté orientado a tu cliente ideal, si no ¿por qué iba a comprarlo?
Independientemente del mercado en el que te encuentres es necesario diseñar una propuesta de valor única para atraer la atención de tus clientes y que se decidan por ti en vez de por tus competidores. Una buena propuesta de valor te permite diferenciarte de tus competidores y te ayuda a transmitir a los demás una visión de tu negocio.