Tus clientes son fundamentales para la supervivencia de tu empresa. Identificarlos es uno de los primeros pasos que debes seguir en la definición de tu plan de negocio.
Si todavía no tienes claro qué hacer para conocerlos, a continuación te dejamos tres claves para que los definas.
No encasilles a tus clientes
Huye de la ambigüedad a la hora de definir a tu público objetivo. De nada sirve que segmentes a tus clientes por su edad si desconoces qué es lo que realmente les gusta o necesitan.
Tu objetivo debe ser describirlos como lo que son, un grupo de personas en un entorno con sus necesidades, motivaciones, características y que además, tienen en común una visión del mundo.
Es importante que durante este proceso empatices con ellos y abandones la idea de que eres capaz de predecir los gustos de los demás. A una misma persona le pueden gustar cosas muy dispares que no tienen porqué tener relación entre sí.
La investigadora Kate Barasz cuenta en este artículo cómo profundiza en este tema a través de un estudio “sobre el papel que la semejanza y la diferencia juegan en nuestra predicción sobre las preferencias de los demás”.
Empatiza con tus clientes
La empatía es una de las habilidades más útiles en la definición de tu público objetivo. Ponerse en los zapatos de tus clientes te ayudará a saber qué es lo que piensan, qué hacen, qué es lo que sienten, qué cosas disfrutan o qué es lo que valoran.
Tus clientes pueden tener puntos de vista diferentes a los tuyos. Comprenderlos y ver que no hay una solución única, te ayudará a conocerlos mejor.
Si no eres capaz de empatizar con tu público objetivo es muy difícil que consigas crear nada para él.
Huminaza a tus clientes
Si ya has conseguido empatizar con tus clientes y los conoces mejor, narra una historia breve y coherente en la que describas su personalidad y motivaciones.
Ponle nombre y apellidos si quieres. Humaniza ese segmento de la población que conforma tu público para comprender mejor a qué tipo de persona al que te quieres dirigir.
Esta información será muy útil. Conocer a tus clientes te ayuda a mejorar tu propuesta de valor. Además, te facilita la búsqueda de clientes a los que presentarle tus productos o a los que entrevistar para conocer nuevas facetas.
Tu plan de negocio sólo funcionará si conoces al dedillo a tus clientes. Es necesario que realices una investigación de mercado para consiguir definirlos y conocerlos.
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