Las Rías Baixas van desde Fisterra hasta la desembocadura del Miño, haciendo frontera entre Galicia y Portugal. Las forman las rías de Corcubión, Muros y Noia, Arousa, Pontevedra y Vigo.

Te proponemos tres rutas diferentes por esta zona de la costa gallega que, de forma independiente, puedes hacer en coche en un solo día. Tú eliges dónde parar y qué hacer para disfrutar de tu tiempo libre en lugares con playas fantásticas y buena gastronomía. ¿Preparada/o para tomar nota?

Ruta 1. De A Guarda a O Morrazo

Comenzamos nuestra ruta en A Guarda, la localidad más al sur de Galicia, y en concreto en su castro más visitado: el de Santa Trega. La razón es, sobre todo, un espectacular mirador sobre la desembocadura del Miño y Portugal, enfrente, a donde se puede cruzar en ferry.

Un lugar muy interesante para visitar en la zona es el conjunto etnográfico de los Muíños do Picón e do Folón, un grupo de sesenta molinos distribuidos en cascada en las laderas del monte Campo do Couto. Las vistas sobre O Rosal y la desembocadura del Miño son también de impresión.

Siguiendo la línea del Atlántico hacia el norte, nuestra siguiente parada es el monasterio de Santa María de Oia, el único de la orden del císter que se halla al borde del mar. Construido en el siglo XII, en la actualidad puede volver a visitarse después de muchos años cerrado.

Baiona

La real villa de Baiona nos recibirá tras sortear el Cabo Silleiro y su faro. La escultura de la Virxe da Roca; la península de Monte Boi, donde se halla la fortaleza de Monterreal convertida en parador nacional; la réplica de la carabela Pinta, que recaló en este puerto a su vuelta del primer viaje a América; el casco histórico o sus playas merecen que nos detengamos.

Para relajarse y darse un baño sugerimos, no obstante, hacer unos kilómetros más para disfrutar de los largos arenales de Playa América y Panxón (Nigrán) o Samil (Vigo). En Panxón, podremos ver también el peculiar Templo Votivo del Mar, obra del arquitecto Antonio Palacios, igual que la Virxe da Roca.

Vigo y las islas Cíes

Vigo es la mayor ciudad de Galicia. El parque de Castrelos, el monte Castro, el Casco Vello, el barrio de O Berbés y el mercado de A Pedra son algunos puntos imprescindibles. También pertenecen al municipio de Vigo las islas Cíes, que por sí mismas merecen ya que se les dedique un día completo. En todo caso, los barcos salen de la Estación Marítima y hay que recordar que para comprar el billete se necesita tener antes la autorización de visita de la Xunta.

De la Estación Marítima parten también los barcos hacia Moaña y Cangas, en la Península do Morrazo. Por carretera, tendremos que cruzar el icónico puente de Rande. Pero antes de cruzar, debes saber que el Miradoiro do Campo da Rata, en Redondela, ofrece la panorámica más instagrameable.

Ponemos fin a esta ruta en Cabo Home o, aún mejor, con un pequeño itinerario de senderismo entre Monte do Facho y la playa de Melide. Tendrás vistas sobre la Costa da Vela y las Cíes, podrás hacerte la foto con la famosa caracola de Cabo Home, visitar tres faros y disfrutar de una playa alucinante. ¿Quién da más?

Ruta 2. De Poio a Vilagarcía de Arousa

En esta segunda ruta, pasaremos por algunos de los puntos más turísticos de Galicia. Comenzamos en el monasterio de San Salvador de Poio, municipio lindante con el de Pontevedra y en el que se dice que nació Cristóbal Colón. También pertenece a Poio la archifamosa localidad de Combarro, paradigma de tipismo gallego con sus hórreos mirando al mar y rúas empedradas en las que se suceden soportales, balconadas y cruceiros.

Sanxenxo

No menos conocida es Sanxenxo, la llamada Marbella gallega y que será nuestra siguiente parada, antes de bordear la costa pasando por las playas de Canelas o Montalvo para llegar a la ermita de Nosa Señora da Lanzada y al kilométrico arenal de A Lanzada, uno de los más conocidos de Galicia.

O Grove y A Toxa

En la península de O Grove recomendamos dedicarle un tiempo a recorrer el sendero de Pedras Negras de San Vicente do Mar, un corto paseo sobre pasarelas de madera al borde del mar, y a subir al mirador de A Siradella. En octubre, coincidiendo con el puente del Pilar, es obligatoria la asistencia a la Festa do Marisco. En cualquier otra época, una actividad habitual es el paseo en barco mejillonero con degustación incluida y, con niños, la visita al acuario.

Hay que cruzar después el puente decimonónico que nos llevará a la isla de A Toxa, célebre por sus aguas medicinales y jabones. No hay que dejar de hacerse la foto con la ermita de San Caralampio, cubierta de conchas.

Cambados

Ya en plena ría de Arousa, llegaremos a Cambados, dominada por la plaza de Fefiñáns con el pazo homónimo y la iglesia de San Benito. Estamos en la capital del vino albariño, así que procede visitar una bodega y, desde luego, no hay que dejar de subir hasta las ruinas de Santa Mariña de Dozo, convertida en cementerio.

Illa de Arousa, Vilanova de Arousa y Vilagarcía de Arousa

A Illa de Arousa y Vilanova de Arousa, cuna de Valle-Inclán, merecen una visita reposada. En tu plan de viaje deberías anotar el parque natural de Carreirón y el mirador de O Con do Forno en A Illa. Otra propuesta de las que no se pueden rechazar es coger un barco o una piragua para acercarse al islote Areoso, rodeado de fina arena blanca y aguas transparentes.

Acabamos el día en Vilagarcía de Arousa. Hay que visitar el pazo y el convento de Vista Alegre en el centro urbano, antes de caminar por el paseo marítimo hasta Carril, donde lo suyo sería degustar unas almejas. La última recomendación conjuga la visita a un pazo con la cata de vino albariño en el Pazo de Rubiáns o en el Pazo Baión (este último en el municipio de Vilanova). ¡Una gran experiencia!

Ruta 3. De Corrubedo a O Ézaro

Playas, parajes naturales, espectaculares miradores y villas medievales son los puntos fuertes de esta tercera ruta, que comienza en el Complexo dunar de Corrubedo e lagoas de Carregal e Vixán, parque natural que acoge la duna móvil más grande del noroeste peninsular y una de las playas más salvajes y largas de Galicia, la de O Vilar. Hay que subir el mirador de Pedra da Ra para admirar la panorámica y, ya en la zona, sería un pecado no acercarse al dolmen de Axeitos, de época neolítica.

Porto do Son y Castro de Baroña

Continúan los arenales de impresión en el municipio de Porto de Son con playas como las de As Furnas y Río Sieira, unidas por un paseo de pasarelas de madera, o Aguieira. Entre unas y otras, no podemos dejar de parar en Castro de Baroña, uno de los asentamientos castrexos más emblemáticos y visitados de Galicia por su ubicación en el litoral. La playa es una de las más célebres para hacer nudismo.

Noia y Muros

Nuestro siguiente objetivo son las villas medievales de Noia y Muros, que dan nombre a la ría en la que se encuentran. Además de unos cascos históricos bien conservados, en cada una de ellas encontraremos elementos singulares que, por sí solos, merecen nuestra atención: la colección de laudas gremiales de Santa María a Nova, en Noia, y el molino de marea del Pozo do Cachón, en Muros.

Carnota y Monte Pindo

Todavía en Muros, las playas de Area Maior y O Ancoradoiro, al pie de Monte Louro, en un entorno natural de gran belleza, son el aperitivo perfecto antes de recalar en la de Carnota, la más extensa de Galicia con 7 kilómetros de longitud. La cima del mítico Monte Pindo es, sin duda, el mejor mirador para abarcarla completa, pero los menos aventureros pueden también disfrutar las vistas al pie de carretera, con parking y pequeña área recreativa, en el mirador de Louredo.

El municipio de Carnota juega también en la liga de los hórreos más grandes de Galicia (y, por supuesto, del mundo). Mantienen una rivalidad secular el de la parroquia carnotana de Lira, con casi 37 metros de largo, y el de la parroquia de Carnota, que tiene cerca de 35.

Fervenza de O Ézaro

Nuestra última parada es otro paraje natural único, la fervenza de O Ézaro, pues en toda Europa solo el río Xallas desemboca en el mar formando una cascada. La vista desde el mirador, con terrazas a varias alturas, es de las que deja con la boca abierta.

¿Por qué ruta vas a empezar? Estamos seguros de que no será la única que hagas. Y recuerda que una visita a las Rías Baixas no estará completa sin disfrutar de la gastronomía de la zona, comenzando por sus excelentes pescados y mariscos.

Imágenes de: Turismo de Galicia.