Sucede a veces que nos levantamos temprano y al llegar la hora de comer tenemos la sensación de que no hemos hecho nada. 0. ¿En qué narices se va en tiempo?

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Vía: theodysseyonline.com

Dicen los expertos que en muchos casos la falta de tiempo a la que nos enfrentamos es consecuencia de los temidos ladrones del tiempo.

Ladrón de tiempo

Llamamos ladrón de tiempo a los malos hábitos que hemos adquirido a la hora de gestionar nuestro tiempo. Se trata de rutinas que no nos permiten avanzar. Estos usurpadores del tiempo nos vuelven más desorganizados, más ineficaces y  más lentos. Nos distraen y estresan.

Hay diferentes ladrones del tiempo. Las interrupciones son uno de los más habituales. Son capaces de romper nuestro ritmo de trabajo, intensidad y concentración. Obligan a nuestra cabeza a configurarse de nuevo y esforzarse una y otra vez para conseguir volver al punto en el que habíamos dejado nuestra tarea.

Esquiva al ladrón de tiempo

Aunque no es fácil, te dejamos algunos trucos para poder sortearlos.

Identifica lo que te interrumpe

Seguro que a lo largo del día hay varias interrupciones que se repiten. Suena el teléfono, te entra un nuevo correo, el whatsapp no deja de vibrar… Anótalas y piensa cómo combatirlas. Si tu problema es el móvil, prueba a silenciarlo y ponerlo boca abajo. También puedes desactivar los datos y activarlos a determinadas horas del día. Si tienes miedo perderte algo importante puedes configurar tus contactos para saber siempre quien intenta ponerse en contacto contigo.

Evita despistarte y verás cómo consigues aprovechar mejor el día.

Motívate

Cuando empezamos una nueva tarea, especialmente si es nueva o compleja, solemos tardar en arrancar. Es importante que te animes e intentes poner toda tu concentración en ella. A veces, la dejamos porque nos da miedo enfrentarnos a ella y caemos en la procrastinación estirando el tiempo para no realizarla. Concéntrate y evita interrumpirte.

Piensa en el plazo y objetivo de cada tarea

Es importante que tengas una lista de tareas en la que anotes todo aquello que debes hacer. Cada vez que llegue una nueva piensa cuál es su objetivo y pregunta cuándo debe ser entregada. A menudo solemos comenzar las tareas que nos llegan y dejamos de lado lo que estábamos haciendo cuando no es necesario.

Sé amable pero asertivo

La asertividad es una gran virtud que nos ayuda  a evitar las interrupciones. Debemos aprender a decir que no cuando no podamos atender una llamada o realizar una tarea en un determinado momento Es mejor que busquemos un hueco para retomarla y volvamos a lo que estábamos haciendo.

Incluso, puedes marcar una rutina. Si necesitas hablar con clientes o proveedores, podéis establecer unas horas determinadas para atenderlos como merecen.

Trabaja en bloques cortos

El blogger Alberto Pena, recomienda que si no eres capaz de disminuir el ritmo de interrupciones diarias, pruebes a trabajar en pequeños espacios de tiempo. Al hacerlo, se reducen las posibilidades de interrupción. Por eso, Alberto recomienda dividir cualquier tarea en sencillos bloques de 15 o 25 minutos. Así el trabajo será más intenso y productivo.

Para aprovechar mejor las horas del día debemos poner en marcha mecanismos que nos ayuden evitar las interrupciones.  Así que deja de leer este post y vuelve al trabajo. No dejes que te robemos más tiempo.