No contestes. Date un minuto. Piensa que hay dentro de ti que te haga ser buen o mal negociador. ¿Tienes mano izquierda con los más chicos o tu nula capacidad de escucha te obliga a cerrar acuerdos al más puro estilo Homer Simpson?
Seas como seas, hemos seleccionado 10 características que todo buen negociador debería tener:
Entusiasmo, actitud positiva y energía
Cualquier negociación ha de abordarse con ganas e ilusión. Durante el proceso podrían aparecer trabas que si se canalizan con actitud positiva pueden finalizar en un buen trato. Además, la energía es igual de contagiosa que la risa.
Capacidad observadora
Todo buen negociador debe ser observador. En ocasiones el lenguaje no verbal puede aportar información valiosa sobre el interlocutor.Trabajar la escucha activa también es importante. Prestar atención a lo que dice el otro te aportará entendimiento e información sobre lo que está pasando.
Honestidad
A nadie le gusta que le engañen. Un buen negociador debe ser siempre muy claro con sus palabras y compromisos. Nunca engañes a nadie. Saldrás perjudicado.
Carácter sociable
Nadie quiere tratar con alguien más seco que un cardo. Ser amable y sociable te ayudará a crear una buena atmósfera a la hora de negociar.
Perseverancia, persuasión y firmeza
Es importante que tengas claro qué es lo que quieres conseguir con el trato y qué condiciones son innegociables. Los buenos negociadores deben construir buenos argumentos e insistir en ellos para conseguir lo que buscan. No se trata de obcecarse, si no de tener claro en qué se puede ceder y en qué no.
Profesionalidad
Ser serio, riguroso y tener conocimiento sobre el tema a negociar te ayuda a analizar y argumentar de forma coherente tus puntos de vista. Lo que genera una buena impresión al interlocutor que favorece el diálogo.
Autoconfianza
Nadie se fía de una persona que no cree en lo que dice o que es incapaz de defender su postura con seguridad. Tranquilidad y confiar en uno mismo son valores indispensables para todo buen negociador.
Capacidad resolutiva
La calma chicha no puede reinar durante un proceso de negociación. Debes tener capacidad para ir concretando puntos que permitan avanzar.
Aceptación del riesgo
Ser resolutivo implica tomar decisiones aceptando las consecuencias y riesgos que éstas puedan tener. Debes ser consecuente y aceptar que las decisiones que tomes conllevan riesgos.
Creatividad
Ser creativos es indispensable. Reinventar argumentos puede ser el primer paso para resolver una negociación o para encontrar nuevas vía de colaboración. Rompe con lo establecido. Analiza los problemas desde otros puntos de vista.
Si tienes la suerte de contar con alguna de las características de todo buen negociador, enhorabuena, tienes ventaja a la hora de cerrar un buen trato.