El riesgo de incendios es cada vez más elevado y tiene un alto impacto económico y medioambiental. Y en R creemos que tecnologías emergentes como la Inteligencia Artificial o el 5G pueden ser vitales a la hora de prevenir, combatir y minimizar los daños de unos fuegos que castigan especialmente a las zonas del norte.

En 2022, España figuraba como el país más quemado de la UE, según datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS). Concretamente, se superaron los 2.600 incendios, que afectaron a más de 250.000 hectáreas de bosques. En este mismo baremo, se indica también que las regiones del noroeste somos las más perjudicadas. Además, hablamos de incendios que cada vez tienen mayor entidad y resultan más difíciles de controlar.

Así que la lucha directa sobre los incendios mediante la detección temprana, la implantación de medidas de autoprotección y una gestión forestal sostenible son tres pilares básicos para minimizar el impacto de los incendios forestales y el cambio climático.

R, trabajando por un "territorio Inteligente"

Por nuestra parte, en R trabajamos para dar respuesta a los retos de la próxima década con propuestas de modernización digitales en relación con el incendio de territorios.

Una de nuestras líneas de actuación es la del "territorio Inteligente", que propugna un cambio estructural del medio rural a través de un ecosistema basado justamente en eso, en terrenos “inteligentes”. Y en el marco de esta iniciativa impulsamos una tecnología que utiliza las capacidades de la Inteligencia Artificial y la tecnología 5G para detectar incendios.

Cómo funciona la tecnología de R para detectar incendios

Nuestra tecnología (actualmente en fase de pruebas) implica la colocación de cámaras de vídeo y sensores para la detección de incendios que estén funcionando las 24 horas del día.

Estas cámaras rotatorias funcionan con visión natural y se colocan en torres de telecomunicaciones situadas en zonas altas, donde hay un elevado riesgo de incendio y, además, gozan de un campo de visión de varios kilómetros a la redonda. En todo caso, hay que garantizar siempre su cobertura y óptimo funcionamiento.

El sistema dispone de un programa de Inteligencia Artificial que rastrea imágenes de fuego y humo de manera autónoma, sin necesidad de intervención humana. En caso de incendio, la red neuronal de sensores detectará de forma inmediata tanto humo como fuego y, en base a patrones de comportamiento que utilizan IA, calibrará su peligrosidad y definirá si es el inicio de un incendio.

Para mayor capacidad de acierto, se contrasta la alerta con circunstancias del entorno, clima o nivel de humedad. Inmediatamente se envía una alarma y las capturas del incendio al centro de control determinado y a las autoridades competentes, que tendrán acceso directo a la información grabada por las cámaras. Desde ese centro de control se revisa la alarma, se visualiza y, en caso de riesgo, se toman las acciones oportunas.

Toda esta red neuronal de detección de incendios utiliza nuestra avanzada red de telecomunicaciones, capaz de aportar la seguridad y la fiabilidad que un sistema tan determinante y complejo requiere.

Porque en R apostamos desde siempre, por la innovación y buscamos la manera de sacarle el máximo partido para que nos ayude a resolver los retos y problemas que nos afectan más de cerca en Galicia.

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