El bluesnarfing es un tipo de ataque cibernético que utiliza una conexión bluetooth para acceder de manera fraudulenta a la información de algún dispositivo conectado a la red (ordenador, tableta, smartwatch, smartphone...) para robar esos datos.
El término bluesnarfing surge, precisamente, como resultado de la suma de bluetooth, en referencia a la tecnología utilizada, y narfing, que alude al copiado de datos de un dispositivo sin permiso.
Es uno de los ciberataques más comunes. Por cierto, hay que distinguir entre bluejacking y bluesnarfing. Aunque ambos usan conexiones bluetooth, bluejacking solo transfiere datos y envía mensajes sin autorización del receptor, por lo que no es un delito.
Cómo funciona el bluesnarfing
El bluesnarfing es un tipo de ataque complejo que suelen realizar hackers expertos.
El ciberdelincuente utiliza un software especializado para detectar dispositivos bluetooth activos dentro de su rango. Generalmente, hasta 15 metros, aunque la distancia puede incluso superar los 200 si se usan equipos especializados.
Una vez identificado el dispositivo se intentan explotar vulnerabilidades en el protocolo bluetooth para establecer conexión sin el consentimiento del/de la propietario/a.
Si lo consigue, permite al atacante robar todo el contenido del dispositivo, desde los datos más básicos a información confidencial. Pueden acceder a contactos, correos electrónicos, archivos, contraseñas, datos bancarios, fotos...
Este robo de datos puede ser un primer paso para otros ciberdelitos, como el phising o robo de identidad. También permite extorsionar a la víctima o buscar rentabilidad vendiendo los datos robados en el mercado negro (Dark Web).
Consejos para evitar un ataque de bluesnarfing
Aunque resulta imposible dejar de ser potencial víctima de bluesnarfing, hay una serie de consejos que nos ayudan a protegernos y a ponerles las cosas un poco más difíciles a los ciberatacantes.
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Desconectar el bluetooth cuando no lo utilicemos; es decir, desactiva el modo "visible" y déjalo como "no visible" u "oculto" para dispositivos bluetooth cercanos. Puedes hacerlo desde los "Ajustes rápidos" de Android o desde el "Centro de Control", si tienes iOS.
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Mantener siempre actualizado el software de seguridad, ya que las actualizaciones suelen corregir vulnerabilidades conocidas. Y utilizar contraseñas seguras que se renuevan periódicamente.
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No aceptar solicitudes de dispositivos desconocidos para emparejarse por bluetooth.
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Comprobar que tu dispositivo no experimenta comportamientos extraños (mensajes desconocidos en pantalla, lentitud excesiva, consumo demasiado elevado de batería...).